Tipo de sistema de archivos y posibilidades de recuperación de datos
Antes de esforzarse por recuperar los archivos perdidos o eliminados involuntariamente, a veces no está de más evaluar las posibilidades de un resultado exitoso. Es verdad que incluso la herramienta más eficaz puede ofrecer resultados diferentes, según el escenario de pérdida de datos particular. Por supuesto, hay muchos factores que determinan la recuperabilidad de los datos. Pero si los últimos todavía están presentes en el medio de almacenamiento que además no se dañó, la posibilidad de recuperarlos depende principalmente del tipo de sistema de archivos del dispositivo. Esta serie de artículos breves le dará una idea de lo que se puede esperar al saber cuál de los formatos descritos en ellos se utiliza realmente. Para que sean fáciles de comprender incluso para los principiantes, no vamos a abundar en detalles técnicos, sino a fijarnos sólo en los principios básicos. Si necesita más detalles, échele un vistazo al artículo especial dedicado a las posibilidades de recuperación de datos.
Pero antes de ir al grano, es importante asegurarse de que esté familiarizado con unos conceptos clave. En primer lugar, cada dispositivo de almacenamiento de datos debe particionarse antes de usarse. Esto significa que hay que crear al menos una región independiente llamada partición, o un par más, si es necesario. Una vez creadas las particiones, pueden ser formateadas. Durante el formateo (o el formato), se crean varias estructuras que organizan los datos dentro de la partición dada y definen cómo y dónde se deben almacenar, asegurando así el acceso fácil a ellos para todas las aplicaciones. Sin dichas estructuras, los medios digitales simplemente no podrían funcionar. Afortunadamente, como usuarios, no tenemos que arreglar nada nosotros mismos. Estas estructuras ya están disponibles para nosotros en forma de sistemas de archivos también llamados sistemas de ficheros (filesystem o FS en inglés). Al formatear un almacenamiento, es posible que se le ofrezcan varios tipos de sistemas de archivos o, como a veces se les llama, formatos. La elección generalmente depende del sistema operativo, así como del tipo de almacenamiento en cuestión y de otras circunstancias.
Diferentes sistemas de archivos emplean diferentes enfoques y conjuntos de estructuras para administrar datos. Junto con el contenido real de sus archivos, también deben almacenar otra información como sus nombres, tamaños, ubicaciones y posiciones en la jerarquía de directorios. Todos estos detalles adicionales se llaman metadatos y, por lo general, se almacenan por separado de los datos como tales. Mientras tanto, el contenido puede almacenarse en uno o varios bloques, según su tamaño. Con el tiempo, a medida que se guardan nuevos archivos o se eliminan los existentes, entre los bloques ocupados aparecen huecos. Cuando el sistema de ficheros se queda sin bloques sucesivos, empieza a guardar archivos en fragmentos dispersos que suelen ubicarse lejos unos de otros. Este fenómeno se llama fragmentación.
El sistema de archivos vigila todos los bloques ocupados y libres dentro de la partición que controla. No solo debe encontrar bloques para cada archivo nuevo que usted guarda, sino también vaciar los ocupados por los archivos que ya no se necesitan. En la mayoría de los casos, el sistema no los borra de inmediato para evitar desperdiciar recursos. Suele posponer esta operación hasta que dichos bloques sean necesarios para escribir nuevos archivos. Por lo tanto, cuando usted elimina un archivo o formatea una partición, el sistema de ficheros simplemente realiza algunos ajustes en sus estructuras para tomar nota de que ciertos datos puedan ser sobreescritos en la primera oportunidad.
Sin embargo, como cada sistema de archivos funciona a su manera, las formas en que se modifican las estructuras restantes también pueden diferir en gran medida. Algunos sistemas conservan mucha información sobre los archivos y directorios anteriores, lo que facilita que un programa de recuperación de datos los restaure. Otros, por el contrario, borran todo por completo, dejando solo numerosos fragmentos desconectados que son imposibles de recopilar. Es por eso que las posibilidades de recuperar datos dependen en gran medida del formato empleado. Y al tener en cuenta sus peculiaridades, podemos suponer cuál parte de la información de asignación de ficheros todavía está disponible para el software de recuperación de datos.
Con estos hechos en mente, vamos a examinar con más detalle los tipos de sistemas de archivos de Windows, macOS y Linux. Cuando se sabe cuál de ellos se usa en un almacenamiento de datos, se puede estimar la probabilidad de una recuperación exitosa, incluso antes de realizarla: